Alejandro Benítez, un jubilado argentino, choca en moto mientras recorre Bolivia con amigos. Está gravemente herido. Suplica ayuda. Pero no tiene pesos bolivianos. Sólo argentinos.

Alejandro Benítez, un jubilado argentino, viaja en moto con amigos por Bolivia. En una ruta entre Santa Cruz de la Sierra y Cochabamba, lo choca un camión. Queda tirado en el asfalto, herido de gravedad.

Sus amigos piden ayuda. Pasan minutos eternos. No hay ambulancia. No hay respuesta. Finalmente, una ambulancia pasa de casualidad y lo llevan a una salita. Pero necesita atención urgente en un hospital de mayor complejidad.

Ahí les exigen 1.000 pesos bolivianos. Alejandro solo tiene pesos argentinos. El personal médico se niega a trasladarlo. Le dicen: “Tu plata no sirve”. Y lo dejan ahí. Agonizando.

Muere esperando ayuda que nunca llega. Muere porque no aceptaron su dinero. Muere abandonado en otro país.

Hoy, su historia sigue doliendo. Porque ese fue el día que Bolivia dejó morir a un argentino.