En una de las operaciones más importantes de su historia, Israel llevó a cabo cientos de ataques en territorio sirio esta semana, destruyendo gran parte de la infraestructura militar del país en cuestión de días. Según expertos, la ofensiva fue el resultado de años de planificación que se activaron tras el colapso del régimen de Bashar al-Assad, quien huyó a Rusia luego de que los rebeldes tomaran Damasco.

La campaña, descrita por autoridades israelíes como preventiva, tenía como objetivo eliminar posibles amenazas provenientes de Siria, incluyendo arsenales de armas químicas, misiles balísticos y bases aéreas. «Nuestro objetivo es establecer hechos sobre el terreno», afirmó Avi Dichter, ministro y miembro del gabinete de seguridad israelí.

Una operación coordinada
La ofensiva fue posible gracias a un detallado trabajo de inteligencia que catalogó durante años los movimientos del ejército sirio y de fuerzas aliadas como Hezbollah e Irán. Con el repliegue de estas fuerzas tras el avance de los rebeldes, Israel aprovechó la oportunidad para lanzar ataques aéreos y terrestres, alcanzando cerca del 80% de sus objetivos, según el general retirado Nitzan Nuriel.

Entre los activos destruidos se encuentran tanques, aviones, sistemas de radar y la pequeña flota naval siria en Latakia. Los ataques también incluyeron instalaciones de armas químicas y biológicas, en un esfuerzo por evitar que estas cayeran en manos de grupos armados.

Colaboración y críticas internacionales
Funcionarios israelíes discutieron las operaciones con Estados Unidos poco después de la caída de Assad, asegurando la continuidad de una autorización previa para actuar en Siria. Aunque Washington respaldó la campaña, otros actores internacionales, como Rusia y varios países árabes, condenaron las acciones israelíes, calificándolas de ilegales y desestabilizadoras.

En paralelo, el grupo rebelde Hayat Tahrir al-Sham, ahora autoridad de facto en Siria, ha mantenido silencio sobre los ataques. Su portavoz indicó que su prioridad es reconstruir el país tras más de 14 años de guerra civil.

Perspectivas de futuro
Israel ha establecido una zona de contención en el sur de Siria y desplegado tropas en áreas estratégicas, con planes de permanecer hasta garantizar la seguridad de sus fronteras. «Estamos esperando para ver cómo los rebeldes construyen su Estado», señaló Dichter, mientras se mantiene la preocupación sobre posibles acuerdos entre los rebeldes e Irán o Hezbollah.

Aunque Israel logró debilitar significativamente al ejército sirio, los expertos advierten que la operación no está concluida, y las tensiones en la región podrían aumentar en las próximas semanas.