En una sesión trascendental, la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) aprobó ayer la ampliación del boleto estudiantil gratuito para incluir a estudiantes universitarios, terciarios, de profesorados y otras instituciones de nivel superior. La medida, que modifica la Ley N.º 5656, fue aprobada con 53 votos a favor, cinco abstenciones y un voto en contra, marcando un hito en las demandas históricas del movimiento estudiantil.

La normativa contempla 96 viajes mensuales gratuitos para estudiantes de instituciones públicas y privadas con subvención estatal completa. Los beneficiarios deberán residir en la Ciudad y pertenecer a hogares clasificados como «pobres», «clase media vulnerable» o «clase media frágil» según el Instituto de Estadísticas y Censos porteño. Además, los acompañantes de menores de 12 años en la escolaridad obligatoria podrán acceder a una tarifa social del 55%.

Debate y argumentos
El proyecto recibió amplio respaldo de bloques como Unión por la Patria, Frente de Izquierda y Vamos por Más. Durante la sesión, Marcela Thourte (UCR-Evolución) enfatizó que la medida responde al impacto del aumento del costo del transporte público. “Este año, el subte pasó de $125 a $757. Buscamos garantizar el beneficio a quienes realmente lo necesitan, evitando dilapidar recursos públicos”, señaló.

Por su parte, Maru Bielli (Unión por la Patria) destacó el valor simbólico y práctico del boleto: “Es un mensaje contracultural en un contexto donde se desprecia la educación pública. Estudiar mejora nuestras sociedades”. Desde el Frente de Izquierda, Gabriel Solano celebró la medida como un “triunfo del movimiento estudiantil”, aunque criticó la exclusión de trabajadores del sector educativo y estudiantes no residentes en CABA.

En contraste, Marina Kienast (La Libertad Avanza) argumentó que el proyecto carecía de estimaciones claras sobre la cantidad de beneficiarios, mientras que Ramiro Marra votó en contra.

Reacciones y perspectivas
Organizaciones como la Asociación Gremial Docente de la UBA apoyaron la medida, aunque señalaron que excluye a docentes y trabajadores de la educación. “Un verdadero Boleto Educativo debería incluir a quienes sostienen el sistema educativo”, afirmaron.

El boleto gratuito representa un avance significativo, aunque persisten demandas por su ampliación a toda la comunidad educativa. En un contexto de crisis económica, esta política refuerza el compromiso con la educación y el acceso igualitario.