Human Rights Watch (HRW) denunció ayer graves abusos de derechos humanos en Sudán, perpetrados por las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el estado de Gezira, donde se han documentado asesinatos, detenciones arbitrarias y violencia sexual. La organización hizo un llamado urgente a la ONU para desplegar una misión que proteja a la población civil y mitigue la crisis humanitaria que enfrenta el país.
Desde la deserción de Abú Aqla Kikil, líder regional de las RSF, el pasado 20 de octubre, los ataques se han intensificado, afectando a más de 30 localidades y provocando el desplazamiento de alrededor de 130,000 personas hacia zonas bajo control del Ejército sudanés. Mohamed Osman, investigador de HRW para Sudán, enfatizó la gravedad de la situación, afirmando que el Consejo de Seguridad de la ONU está fallando en proteger a la población civil. “Este repunte masivo de los atroces ataques debe poner fin a cualquier esperanza de que los crímenes cesen sin una firme respuesta global”, declaró Osman.

Relatos de violencia y desplazamiento
Testimonios desgarradores de los sobrevivientes describen los horrores vividos en localidades como Tambul y Al Sireha. Una mujer de 55 años contó que los milicianos abrieron fuego indiscriminadamente cuando irrumpieron en Tambul el 22 de octubre. “Vi a un soldado de las RSF disparar en el pecho a un hombre”, relató, añadiendo que los paramilitares ordenaron a los habitantes evacuar el lugar. Otro residente explicó que los combatientes estaban buscando personas relacionadas con Kikil y amenazaron con matar a cualquiera asociado a él. Los enfrentamientos en Tambul dejaron 300 civiles muertos.

En Al Sireha, la violencia se recrudeció cuando residentes armados se enfrentaron a las RSF, resultando en la muerte de 125 civiles. Un hombre que logró huir describió escenas de cuerpos apilados, incluidos niños, cerca de canales de irrigación. HRW también verificó videos que muestran a miembros de las RSF deteniendo a un centenar de hombres en Al Sireha, en una aparente persecución contra civiles.
Violencia sexual y falta de respuesta internacional
Además de la violencia física, HRW alertó sobre abusos sexuales perpetrados por las RSF, con al menos 25 casos de violaciones, incluidas de grupo, según la Iniciativa Estratégica para las Mujeres en el Cuerno de África. Entre las víctimas hay niñas, y algunas sobrevivientes se suicidaron tras el trauma. Naciones Unidas informó que entre las víctimas de violencia sexual se encuentran mujeres y niñas de entre seis y 60 años.

HRW instó a Reino Unido, encargado del caso de Sudán en el Consejo de Seguridad de la ONU, a liderar acciones para enfrentar la crisis. Osman llamó a la comunidad internacional a intervenir sin demora, advirtiendo que el silencio ante estos “alarmantes patrones” puede agravar la inestabilidad en toda la región y afectar a países vecinos como Chad y Sudán del Sur.





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