El riesgo país de Argentina se aproxima a romper la barrera de los 1.000 puntos, reflejando un repunte significativo en la confianza del mercado respecto a la deuda soberana. Este aumento en el valor de los bonos argentinos se acompaña de expectativas sobre una posible mejora en la calificación crediticia del país, actualmente en “CCC”, hacia niveles de “B” en 2025, lo que implicaría menores riesgos de incumplimiento y una potencial revalorización de los títulos.

Los bonos de Argentina vienen acumulando subas de hasta 72% en lo que va del año, impulsados tanto por un entorno financiero global favorable como por recientes declaraciones del ministro de Economía, Luis Caputo, en Washington. Durante su visita, Caputo anunció acuerdos “Repo” con tres bancos internacionales, garantizando fondos para cubrir vencimientos futuros, y destacó que los USD 1.700 millones necesarios para el pago de intereses en enero ya fueron depositados en el Bank of New York, reafirmando así la capacidad de pago del país.

De acuerdo con Delphos Investment, una mejora en la calificación a niveles de “B-” incrementaría el valor del bono GD38 en un 18%, y en caso de un avance a “B” o “B+”, los retornos proyectados podrían alcanzar el 24% y 35%, respectivamente. También se destacan los bonos GD35 y GD41, con expectativas de subas del 16% y 7% según cada escenario de calificación.

No obstante, Moody’s advierte que la débil posición de reservas del Banco Central es un obstáculo para una mejora en la calificación a corto plazo. Jaime Reusche, analista de la calificadora, sugirió que el país podría recurrir a un canje de deuda en 2024 para evitar un default, especialmente si no se logra acceso completo a los mercados financieros.

En un contexto de recuperación para los bonos argentinos, las perspectivas de una mejora de calificación y la estabilidad en los pagos alimentan el optimismo en el mercado, mientras el país trabaja para consolidar su posición económica.