Yahya Sinwar, el líder de Hamas en la Franja de Gaza, murió en un enfrentamiento con las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF). Sinwar, uno de los líderes más influyentes del grupo terrorista, se ocultaba en túneles subterráneos que él mismo ayudó a construir durante años. Sin embargo, un error de seguridad lo expuso junto a otros dos comandantes, lo que permitió su localización y muerte por parte de las fuerzas israelíes.

Sinwar, de 61 años, tomó el control total de Hamas tras la muerte de Ismail Haniyeh en julio pasado. Desde 2017, Sinwar había sido el máximo líder en Gaza, mientras Haniyeh ocupaba un cargo más político en Qatar. Durante años, Sinwar fue el cerebro detrás de las Brigadas Al-Qassam, el brazo armado de Hamas, y fue responsable de ataques que reconfiguraron el conflicto en Medio Oriente, incluyendo la masacre del 7 de octubre de 2023.

Apodado «el carnicero de Khan Younis» por su brutalidad, Sinwar forjó su reputación a lo largo de las décadas, comenzando en los años 80, cuando dirigía la represión contra aquellos que consideraba traidores a la causa palestina. Su crueldad no tenía límites, y llegó a ordenar la ejecución de palestinos que no compartían su interpretación del Corán.

A pesar de pasar más de dos décadas en prisiones israelíes por asesinatos y secuestros, Sinwar no perdió el control de Hamas. Durante su encarcelamiento, estudió hebreo para entender mejor a sus enemigos y continuó reclutando seguidores. Fue liberado en 2011 como parte de un intercambio de prisioneros, lo que le permitió retomar su liderazgo dentro de Hamas.

La muerte de Sinwar representa un duro golpe para Hamas, ya que era considerado uno de los líderes más carismáticos y estratégicos del grupo. Su visión, basada en una interpretación radical del Islam y un odio visceral hacia Israel, lo convirtió en un fanático religioso que, según expertos, estaba dispuesto a morir como mártir por su causa.