Este martes se celebrará una asamblea extraordinaria en el predio Lionel Andrés Messi de Ezeiza, donde el gobierno de Javier Milei y la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) liderada por Claudio «Chiqui» Tapia, se enfrentarán en un nuevo capítulo de su creciente conflicto. La Inspección General de Justicia (IGJ) enviará tres veedores para garantizar que se cumpla la orden de no avanzar con la reelección anticipada de Tapia ni otros puntos polémicos de la agenda.
El conflicto entre ambas partes ha escalado desde la propuesta del Ejecutivo de implementar Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en los clubes de fútbol, un cambio al que Tapia y buena parte del fútbol argentino se oponen. Aunque el gobierno descartó una intervención sumaria de la AFA, espera la actitud de Tapia para definir sus próximos pasos.

La IGJ, encabezada por Daniel Roque Vítolo, ya bloqueó la reelección anticipada de Tapia tras una queja del presidente de Talleres de Córdoba, Andrés Fassi, quien argumentó que la convocatoria fue apresurada y antidemocrática. Además, se cuestiona la reforma del estatuto de la AFA, que concentra poder en Tapia y politiza la entidad al permitir que figuras políticas ingresen al Comité Ejecutivo.
En la asamblea de hoy, los veedores de la IGJ advertirán sobre las posibles sanciones penales si los directivos desobedecen la resolución judicial, exponiendo a Tapia y a su equipo a penas de hasta dos años de prisión. El resultado de esta asamblea definirá el futuro de la relación entre el Gobierno y la AFA, con implicaciones tanto en el ámbito deportivo como en el político.






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