En un contexto de creciente tensión social, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el secretario de Trabajo, Julio Cordero, recibieron esta tarde en la Casa Rosada a una delegación de la CGT para intentar recomponer el diálogo entre el Gobierno y la central obrera. El encuentro, que comenzó a las 17 horas, tiene lugar en medio del conflicto universitario y el paro de transporte programado para el próximo 17 de octubre.

Entre los presentes estuvieron dos de los cotitulares de la CGT, Héctor Daer y Carlos Acuña, acompañados por otros dirigentes como Gerardo Martínez (UOCRA) y Roberto Fernández (UTA). Sin embargo, la ausencia más notoria fue la de Pablo Moyano, quien se ha convertido en el principal referente opositor dentro del movimiento sindical. Su padre, Hugo Moyano, tampoco asistió al encuentro.

El encuentro tiene como objetivo buscar soluciones a dos conflictos clave: la marcha universitaria, en la que sindicatos apoyan la lucha por mejoras salariales y el financiamiento educativo, y el paro del transporte, convocado en rechazo a la reforma laboral del Gobierno de Javier Milei. Aunque no se esperan grandes acuerdos inmediatos, ambas partes buscarán abrir un espacio de diálogo más institucional.

Uno de los puntos de fricción es la reforma laboral que, si bien fue modificada en su artículo “anti-bloqueos”, sigue generando resistencia en sectores sindicales. A esto se suma el proyecto de Democracia Sindical, que limita el poder gremial, y el posible ajuste económico que los sindicalistas temen recaiga en los trabajadores.

La reunión de hoy es vista como una señal de voluntad del Gobierno para distender la situación antes de las manifestaciones previstas.