El presidente de Rusia, Vladimir Putin, lanzó una advertencia clara a los países de la OTAN durante un discurso en San Petersburgo: permitir que Ucrania utilice misiles de largo alcance para atacar territorio ruso será considerado como la “participación directa” de la OTAN en la guerra. “Esto significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los estados europeos están combatiendo con Rusia”, afirmó Putin.

Esta declaración, repetida por el representante ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, subraya que si las restricciones se levantan, las naciones occidentales estarían formalmente en guerra con Rusia. Putin también señaló que Ucrania necesitaría datos de satélites occidentales y asistencia técnica de los estados miembros de la OTAN para operar misiles avanzados.

Esta advertencia no es nueva. Desde el inicio de la invasión a Ucrania en febrero de 2022, Rusia ha trazado “líneas rojas” en varias ocasiones, y la provisión de armamento avanzado a Ucrania ha sido uno de los principales puntos de conflicto. Occidente, sin embargo, ha continuado suministrando armas a Ucrania, incluidos tanques, sistemas de misiles avanzados, y recientemente, aviones de combate F-16.

En junio, Putin sugirió que Rusia podría considerar entregar armamento avanzado a enemigos de los países occidentales en respuesta a estos suministros. Además, el gobierno ruso está revisando su doctrina nuclear ante lo que considera una escalada por parte de Occidente.

Mientras tanto, líderes occidentales, como el primer ministro británico Keir Starmer, han reiterado que Rusia puede poner fin a la guerra si retira sus tropas, pero que seguirán apoyando a Ucrania en su defensa frente a la agresión rusa.