El gobierno de Javier Milei decidió retirar a Argentina del Pacto del Futuro de la ONU, un acuerdo votado por países como Estados Unidos, Israel y gran parte de Europa. Esta decisión fue justificada por el gobierno como un acto de soberanía y defensa de la libertad, alineado con los principios que propone La Libertad Avanza. La canciller Diana Mondino anunció la medida en un discurso que destacó la intención de convertir a Argentina en un «Faro de Libertad», oponiéndose al multilateralismo y las políticas internacionales propuestas en el acuerdo.

El Pacto del Futuro, que contiene 56 acciones recomendadas y aborda temas como la ecología, los derechos humanos y la gobernanza digital, fue rechazado por Argentina al considerarlo contradictorio con la agenda libertaria. A pesar de ello, la decisión de salir del acuerdo ha generado controversia, ya que al distanciarse de las políticas multilaterales, Argentina se ubica junto a países como Rusia, Irán y Corea del Norte en una lista de naciones que han adoptado posiciones contrarias al consenso global.

La salida del pacto también pone en riesgo la reputación internacional de Argentina, advierten expertos en relaciones internacionales. Federico Merke, profesor de la Universidad de San Andrés, señaló que la decisión podría tener implicaciones en la cooperación internacional y la inversión extranjera, especialmente en sectores como el medio ambiente y el desarrollo sostenible.

El gobierno de Milei, sin embargo, insiste en que esta decisión busca liderar una cruzada libertaria global, en un esfuerzo por replicar el éxito político obtenido en el ámbito doméstico. La medida, dicen los voceros, podría inspirar a otros países a seguir el mismo camino, consolidando a Argentina como un referente de libertad en el escenario internacional.