En un acto con representantes de movimientos sociales, entre ellos Juan Grabois, el Papa Francisco criticó duramente al Gobierno argentino por el uso de gas pimienta en una manifestación realizada la semana pasada. La movilización, que reclamaba contra el veto del presidente Javier Milei a la ley de movilidad jubilatoria, terminó con varias personas afectadas, incluida una niña de 10 años.
Durante su discurso en el 10° aniversario del Primer Encuentro Mundial de Movimientos Populares, el Sumo Pontífice expresó su malestar por los operativos policiales. “Me hicieron ver un filmado de una represión. Obreros, gente que pedía por sus derechos y la Policía los rechazaba con gas pimienta de primera calidad. En vez de pagar justicia social, el Gobierno pagó el gas pimienta”, señaló el Papa, cuestionando la decisión del gobierno de utilizar este tipo de represión en lugar de atender las demandas de los manifestantes.

Francisco también advirtió sobre los peligros de la “actitud altanera” y la “indiferencia” ante la injusticia social, mencionando que estas actitudes generan divisiones que pueden desembocar en violencia. El Pontífice hizo hincapié en la importancia de la compasión y de escuchar las demandas sociales, vinculando estos principios con las enseñanzas del Evangelio.
En el evento, además de Grabois, participaron líderes de movimientos populares de diferentes partes del mundo, como Rose Molokoane y Joao Pedro Stedile, quienes abogaron por la justicia social y los derechos humanos. El Papa también se refirió a un caso de corrupción en Argentina, en el que un empresario extranjero habría sido solicitado una coima, y aprovechó para criticar la acumulación de riqueza sin compartirla, en línea con su habitual crítica al sistema capitalista.
El evento finalizó con un llamado a los empresarios y a las plataformas tecnológicas a actuar de manera ética y respetar las leyes y los derechos humanos en los países donde operan, concluyendo con una advertencia sobre los riesgos de la inteligencia artificial y las apuestas online, que consideró como un peligro para la sociedad.





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