El aumento en los precios de los alimentos durante la última semana de agosto ha encendido las alarmas, aunque los analistas mantienen proyecciones de una inflación mensual por debajo del 4%. Según la consultora LCG, la inflación en alimentos aceleró a un 1,3% en la última semana del mes, lo que elevó el promedio de las últimas cuatro semanas a un 2,9%. La carne, que subió un 2,3%, fue el producto de mayor incidencia, explicando más de la mitad de la inflación en alimentos de la cuarta semana de agosto.
Otros productos que registraron incrementos significativos fueron los condimentos (4% semanal), lácteos y huevos (2,3%), frutas (2,3%) y comidas listas para llevar (1%). No obstante, los precios de aceites bajaron un 1,5%, mientras que las verduras y los productos de panificación, cereales y pastas no presentaron variaciones.

A pesar de esta aceleración, algunas consultoras se muestran optimistas. EcoGo proyecta una inflación en alimentos consumidos dentro del hogar del 3,7% para agosto, mientras que en aquellos consumidos fuera del hogar estima un 4,5%, lo que llevaría el indicador total a un 3,8%.
Por su parte, el economista Alberto Cavallo, basado en datos de PriceStats, señaló que la inflación mensual se mantuvo estable en torno al 3% en los primeros veinte días de agosto, sin evidencias de desaceleración en la última semana. Sin embargo, FMyA advirtió que la inflación de agosto podría complicarse, estimando una suba del 3,8%, con posibilidad de llegar al 4%.
El panorama para el cierre de agosto es incierto. La reducción del impuesto PAIS, que entrará en vigor la próxima semana, podría influir en las góndolas, pero los especialistas coinciden en que las próximas semanas serán claves para determinar si la tendencia inflacionaria sigue su curso o si logra estabilizarse por debajo del 4%.





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