Cada 29 de agosto, en Argentina se celebra el Día del Abogado en homenaje a Juan Bautista Alberdi, uno de los próceres más influyentes en la historia del país. Este destacado jurista, nacido en 1810 en San Miguel de Tucumán, jugó un papel crucial en la redacción de la Constitución Nacional de 1853, un documento que sentó las bases del orden jurídico y político de la nación.

Alberdi, reconocido por su versatilidad como abogado, escritor y diplomático, fue un firme defensor de la libertad, la paz y la justicia. Su obra más célebre, «Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina», escrita en 1852 mientras se encontraba exiliado en Chile, fue la inspiración principal para la Constitución que, un año después, consolidaría el marco legal de la Argentina independiente.

La decisión de establecer el 29 de agosto como el Día del Abogado fue tomada en 1958 por la Federación Argentina de Colegios de Abogados (FACA), en reconocimiento a la invaluable contribución de Alberdi al derecho y a la construcción de un Estado moderno en Argentina. Su visión de un gobierno basado en la libertad y el respeto a la ley sigue siendo relevante y un faro para la práctica jurídica en el país.

Entre las frases más célebres de Alberdi, destaca su profunda comprensión de la democracia y la justicia: «El derecho de 1000 no pesa más que el de uno solo en la balanza de la justicia» y «La democracia es la libertad constituida en gobierno». Estas palabras reflejan su convicción de que el verdadero poder reside en la libertad organizada y en el respeto a la ley.

El Día del Abogado es una oportunidad para reflexionar sobre la importancia de la labor de los abogados en la sociedad, como defensores de los derechos y garantías de todos los ciudadanos, y para recordar el legado de un hombre cuyo pensamiento sigue siendo un pilar fundamental en la historia del derecho argentino.