El Gobierno argentino negó categóricamente la presunta violación del espacio aéreo chileno tras una denuncia realizada por la ministra de Defensa de Chile, Maya Fernández Allende. La funcionaria chilena afirmó que el martes, cerca de las 20 horas, se detectó un tráfico aéreo no identificado en la zona oriental del estrecho de Magallanes, lo que llevó a la Fuerza Aérea de Chile (FACh) a desplegar aviones F-5 para proteger la soberanía nacional.

Sin embargo, fuentes del Gobierno argentino aseguraron que no recibieron ninguna queja formal por parte de Chile y negaron que alguna aeronave militar argentina haya cruzado la frontera. «No hubo ningún avión militar involucrado en el cruce de la frontera chilena», declaró una alta fuente del Gabinete de Javier Milei, presidente de la Nación. Desde el Ministerio de Defensa, encabezado por Luis Petri, también sostuvieron que no se detectó ninguna aeronave durante los tiempos de interceptación realizados por Chile.

La Fuerza Aérea Argentina informó que la única actividad de vuelo registrada el 27 de agosto fue un vuelo civil de LADE con un avión Twin Otter, detallando las escalas y horarios correspondientes. Además, enfatizaron que «no hubo vuelos de combate ni actividad militar» en la zona.

A pesar de la denuncia chilena, desde el Gobierno argentino se subrayó que esta situación no ha afectado las relaciones diplomáticas con Chile. No se ha registrado ningún contacto oficial entre la canciller argentina, Diana Mondino, y su par chileno, Alberto van Klaveren, sobre este asunto.

Este incidente ocurre en un contexto de distanciamiento ideológico entre los presidentes Javier Milei y Gabriel Boric, quienes ya habían protagonizado episodios de tensión diplomática, como en abril, cuando Boric respondió a una acusación de la entonces ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich.