El gobierno nacional confirmó que vetará en su totalidad la reforma jubilatoria recientemente aprobada por el Senado, la cual fue impulsada por la oposición para modificar la fórmula de movilidad. El portavoz presidencial, Manuel Adorni, descartó cualquier tipo de negociación para acordar un veto parcial, aclarando que “la decisión está tomada”.
El presidente Javier Milei criticó duramente a los legisladores que apoyaron la reforma, acusándolos de «populistas que condenan a la ruina a la Argentina». Según el vocero presidencial, el Ejecutivo ve esta reforma como un intento de romper el equilibrio fiscal, al proponer un gasto sin una contrapartida de recursos.
La reforma aprobada establece una actualización mensual de las jubilaciones basada en el Índice de Precios al Consumidor (IPC), con una compensación adicional del 8,1% para cubrir el desfase inflacionario de enero. Esta propuesta fue vista por el Gobierno como una amenaza a la estabilidad económica, lo que motivó la decisión del veto.

Aunque la ley fue aprobada con una amplia mayoría en ambas cámaras, lo que podría permitir al Congreso insistir en su promulgación a pesar del veto presidencial, Adorni subrayó que el presidente Milei utilizará los 10 días hábiles que tiene para oficializar el veto.
Finalmente, Adorni reconoció que la industria es uno de los sectores que más está tardando en recuperarse, aunque destacó algunos indicadores positivos en áreas como la producción de acero y el patentamiento de autos. Sin embargo, el foco del Gobierno sigue siendo mantener el equilibrio fiscal, que considera esencial para la estabilidad económica del país.





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