El presidente Javier Milei enfrentó una semana complicada en el Congreso, marcada por una serie de derrotas legislativas y tensiones crecientes dentro de su propio espacio político. En una reunión con el expresidente Mauricio Macri el miércoles por la noche en Olivos, Milei reconoció errores en la gestión del Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) que asignaba 100.000 millones de pesos adicionales a la Secretaría de Inteligencia, bajo la dirección de su polémico asesor Santiago Caputo.
El DNU fue rechazado en la Cámara de Diputados con el apoyo del PRO, que lidera Macri, en conjunto con sectores del kirchnerismo, la bancada de Miguel Ángel Pichetto, un grupo de la UCR y la Coalición Cívica. Este rechazo, junto con la elección de Martín Lousteau como presidente de la comisión bicameral de inteligencia y la aprobación de la nueva fórmula de movilidad jubilatoria —también apoyada por el PRO y vetada posteriormente por el Presidente—, constituyó una triple derrota para el gobierno.

Macri, quien mantiene una relación tensa con Caputo, no informó a Milei sobre la postura de los diputados que le responden antes de la votación, lo que generó un fuerte malestar en el oficialismo. A pesar de las críticas recibidas en redes sociales por parte de militantes libertarios, el expresidente sorprendió al apoyar públicamente el veto presidencial a la reforma jubilatoria, una medida que había sido respaldada por senadores de su propio partido.
Internamente, la situación en el bloque de La Libertad Avanza (LLA) también es delicada. Las fisuras en la relación entre Milei y su vicepresidenta, Victoria Villarruel, se agudizaron tras una polémica visita de legisladores libertarios a presos condenados por crímenes de lesa humanidad en el penal de Ezeiza. La diputada Lourdes Arrieta, quien exigió explicaciones a Martín Menem por esta visita, podría ser expulsada del bloque en los próximos días, un conflicto que evidencia la fragilidad y las tensiones internas del espacio político.

Santiago Caputo, el influyente asesor presidencial, se ha convertido en una figura controvertida dentro y fuera del oficialismo. Con un estilo de gestión que ha sido criticado por sectores cercanos a Macri, Caputo sigue siendo una pieza clave en el sistema de toma de decisiones de Milei. Sin embargo, su poder y el manejo del gobierno han sido puestos en duda, con varios dirigentes comenzando a cuestionar la efectividad de sus estrategias.
El regreso de Caputo a Buenos Aires, previsto para el lunes, se espera en medio de un clima de incertidumbre y creciente desconfianza en la cúpula del poder, mientras el oficialismo busca recomponer su imagen y fortalecer su gestión en el Congreso.





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