En una noche que prometía ser de fiesta para River Plate, el equipo de Marcelo Gallardo no logró superar a un sólido Huracán y terminó igualando 1-1 en el Monumental. El esperado regreso del «Muñeco» al banco de suplentes tras la salida de Martín Demichelis llenó de emoción a los hinchas, pero el líder de la Liga Profesional demostró por qué ocupa la primera posición en la tabla.

River arrancó con todo, recordando los mejores momentos del primer ciclo de Gallardo. Los primeros 20 minutos fueron dominados por la velocidad, la precisión y la presión alta del equipo local. Fue en este tramo inicial cuando Claudio «Diablito» Echeverri abrió el marcador con una brillante definición de media vuelta tras una excelente jugada colectiva.

El conjunto de Núñez estuvo cerca de ampliar la ventaja poco después, cuando Adam Bareiro, en una contra, remató al palo. Sin embargo, la intensidad de River fue disminuyendo con el correr de los minutos, dejando espacio para que Huracán se reacomodara en el campo. A pesar de algunos destellos de talento de Echeverri y Mastantuono, el equipo no logró mantener el ritmo.

El empate llegó en una jugada desafortunada para River. Felipe Peña, en una salida desde el fondo, perdió el balón, lo que permitió a Huracán aprovechar la oportunidad con un cabezazo de Rodrigo Echeverría. A partir de ahí, el equipo de Frank Kudelka ganó confianza y comenzó a inquietar cada vez más la defensa millonaria.

En la segunda mitad, la salida de Echeverri por molestias físicas y la entrada de Manuel Lanzini no lograron devolverle la chispa al ataque de River. Huracán, con un mediocampo bien ordenado y peligrosas contras, mantuvo a la defensa local ocupada y obligó a Franco Armani a intervenir en varias ocasiones.

A pesar de los esfuerzos de Gallardo, incluyendo la entrada de Kranevitter y Nacho Fernández, River no pudo recuperar el control del partido. Los hinchas, conscientes de lo que está en juego, comenzaron a pedir con cánticos una victoria en la Copa Libertadores, dejando claro que el margen de error es mínimo en la competencia internacional.