En la recta final hacia las elecciones presidenciales del 28 de julio, Maracaibo, la capital del estado Zulia, se convirtió en el epicentro de la campaña opositora liderada por María Corina Machado y Edmundo González Urrutia. La región, tradicional bastión del antichavismo y la más poblada del país, fue testigo de un fervoroso apoyo popular a los candidatos opositores.
Zulia, conocida por sus constantes problemas de energía y agua, y el deterioro en su calidad de vida durante los últimos años del gobierno de Nicolás Maduro, cobra especial relevancia en estas elecciones. Con cerca de 2.1 millones de votantes, la participación en esta región podría ser decisiva. Sin embargo, las estimaciones indican que aproximadamente 400,000 personas han emigrado, lo que reduce el número de votantes a 1.7 millones.

La ciudad de Maracaibo, sofocada por el calor y los problemas crónicos de servicios básicos, se llenó de esperanza y expectativa durante el evento de cierre de campaña. María Corina Machado y Edmundo González Urrutia, acompañados por decenas de periodistas nacionales e internacionales, se dirigieron a una multitud ansiosa por escuchar sus propuestas y reafirmar su apoyo.
María Corina Machado, al tomar el micrófono, denunció intentos del régimen para impedir que sus testigos electorales obtengan las credenciales necesarias para supervisar la votación. «Hemos dado todo para que tengamos hoy una robusta plataforma de defensa de los votos,» afirmó, subrayando la importancia de asegurar la transparencia electoral.
La jornada se transformó en una masiva caravana que recorrió las calles de Maracaibo. Aunque el plan original incluía un acto en un escenario que nunca se montó debido a la detención de los encargados, la movilización siguió adelante. Miles de personas, en motos y a pie, acompañaron a los líderes opositores en una muestra de apoyo inquebrantable.
La policía del régimen intentó frenar el entusiasmo mediante la intimidación y la detención de quienes colaboraban con la logística de la campaña, pero el ánimo de los zulianos no decayó. «Ahora vamos hasta el final, no hay vuelta atrás, nos volvió la esperanza,» declaró una manifestante, encapsulando el espíritu de resistencia y determinación de la región.
Con Maracaibo como testigo, la campaña opositora se dirige hacia Caracas para el cierre final antes de las elecciones del 28 de julio, con la esperanza renovada de un cambio en el horizonte político de Venezuela.






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