Rusia redobla su ofensiva en el este de Ucrania mientras se aproxima la cumbre de la OTAN

La situación en el este de Ucrania se agrava con el avance imparable de las tropas rusas, poniendo en una posición delicada a Kiev a pocos días de la crucial cumbre de la OTAN en Washington. Moscú ha intensificado su ofensiva, tomando recientemente las localidades de Novooleksandrivka, Spirne, Shumy y Razdolivka en la región de Donetsk, donde se libran algunos de los combates más feroces de la guerra. Este lunes, la aldea de Novopokorvske también cayó en manos rusas.

La mayor presión rusa en la región de Donetsk se centra en torno a Pokrovsk, Toretsk y Chasiv Yar, con avances significativos hacia Kramatorsk. La caída de esta ciudad podría entregar a Rusia el control completo del Donbás, una zona clave que incluye las regiones de Donetsk y Lugansk. En el frente norte de Járkov, las fuerzas ucranianas aseguran haber detenido el avance ruso hacia la capital regional, mientras que Moscú anunció la captura de Stepova Novoselivka, buscando ampliar una franja de seguridad junto a la frontera.

La cumbre de la OTAN, que celebra su 75 aniversario, se presenta como una oportunidad crítica para que los aliados occidentales refuercen su apoyo a Ucrania. Sin embargo, la incertidumbre política en Estados Unidos, con el presidente Joe Biden mostrando debilidad ante su rival Donald Trump y las elecciones presidenciales a la vuelta de la esquina, arroja sombras sobre el respaldo futuro a Kiev. La posible sustitución de Biden como candidato demócrata podría desviar la atención de la guerra en Ucrania, un escenario que Moscú podría aprovechar.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha instado a sus aliados a tomar «decisiones audaces» para frenar los bombardeos rusos, especialmente el uso de bombas planeadoras, que son altamente destructivas y de bajo costo. Zelenski está trabajando para que se adopten medidas que frenen este tipo de armamento, esperando que en la cumbre de la OTAN se aborden estos temas y se otorgue permiso a Ucrania para utilizar misiles de largo alcance contra objetivos dentro de Rusia.

Además, el suministro de aviones de combate F-16 a Ucrania será un tema central en la cumbre. Aunque muchos pilotos ucranianos ya están entrenados, la ubicación de estos cazas sigue siendo un punto de controversia, con Rusia advirtiendo que considerará cualquier base de la OTAN que aloje estos aviones como un objetivo legítimo.

En un contexto de promesas occidentales de armamento y asistencia, Kiev espera que la próxima semana en Washington se aclaren muchas de las incertidumbres y se defina una hoja de ruta clara para el futuro de su resistencia contra la invasión rusa.

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