La Paz, Bolivia – El intento de golpe de Estado en Bolivia, encabezado por el ex comandante del Ejército Juan José Zúñiga, fracasó debido a problemas de coordinación logística entre las distintas fuerzas militares. Zúñiga, ahora detenido, declaró que esperaba la llegada de unidades de apoyo que se demoraron en llegar al centro de La Paz.

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, ofreció una conferencia de prensa anoche en la Casa Grande del Pueblo, acompañada por gran parte del gabinete ministerial. En la declaración, la ministra informó que Zúñiga explicó que el alzamiento no se concretó debido a la tardanza de las unidades de Viacha, así como del personal de la Armada y de la Fuerza Aérea.

«El plan no se cumplió porque las unidades de Viacha tardaron en llegar, también el personal de la Armada y de la Fuerza Aérea», mencionó Prada, citando a Zúñiga. La ministra subrayó que todos los comandantes militares estaban presentes en la oficina del Comando General del Ejército a la hora señalada para el alzamiento.

Los eventos en la plaza Murillo, liderados por Zúñiga y un grupo de militares, generaron una pronta respuesta del gobierno. El presidente Luis Arce calificó la acción como un «intento de golpe de Estado». Zúñiga, acompañado de militares y tanques, cercó la plaza y embistió con un tanque la puerta de la sede del Ejecutivo. Tras unas horas de tensión, los militares se replegaron.

El enojo de Zúñiga, según fuentes cercanas, surgió por rumores sobre su posible destitución, debido a unas declaraciones en las que afirmó que arrestaría al ex presidente Evo Morales si intentaba postularse nuevamente.

El presidente Arce denunció ante la comunidad internacional los «movimientos irregulares» de militares y afirmó que era un «intento de golpe de Estado». En una transmisión por la televisión estatal, Arce confrontó a Zúñiga en la entrada de la sede del Ejecutivo y le ordenó «replegar» los tanques y los militares.

La Justicia continuará investigando los hechos, mientras que la seguridad y la coordinación de las fuerzas armadas serán reevaluadas para evitar futuros intentos de insubordinación.