En una maniobra que evoca recuerdos de la Crisis de los Misiles de 1962, el presidente ruso Vladimir Putin ha incrementado las tensiones internacionales al enviar buques nucleares a Cuba y amenazar con el uso de armas atómicas. Esta acción ha despertado alarmas en Occidente, llevándolo a su mayor crisis nuclear desde el conflicto de la Guerra Fría.
La semana pasada, Putin afirmó que Rusia podría desplegar misiles de largo alcance en otros países y reiteró sus amenazas nucleares. Poco después, Cuba anunció la llegada de buques de guerra rusos a La Habana la próxima semana. Esta acción, que ha sido comparada rápidamente con la Crisis de los Misiles, genera preocupaciones sobre la estabilidad regional y las relaciones entre Washington y Moscú.
Según el Ministerio de Defensa de Taiwán, trece cazas y cinco buques de las Fuerzas Armadas rusas fueron detectados en las inmediaciones de Taiwán, elevando aún más las tensiones. El presidente estadounidense Joe Biden ha expresado su preocupación por esta situación y la potencial escalada nuclear.
«Por primera vez desde la Crisis de los Misiles en Cuba, enfrentamos una amenaza directa de uso de armas nucleares», dijo Biden en un acto de campaña en Nueva York. Agregó que Putin «no está bromeando» sobre el uso de armas nucleares tácticas o biológicas debido a los malos resultados de su ejército en Ucrania.

El Reino Unido también ha acusado a Putin de acercar a Occidente a una peligrosa escalada nuclear. El primer ministro británico, Rishi Sunak, advirtió que la imprudencia de Putin ha llevado a la situación más peligrosa desde la Crisis de los Misiles.
El régimen cubano, por su parte, afirmó que la visita de los buques rusos es parte de un acuerdo de cooperación militar previamente establecido y no representa una amenaza para la seguridad regional. Sin embargo, la presencia de la fragata Gorshkov, el submarino de propulsión nuclear Kazan, y otros buques rusos en Cuba ha generado inquietud.
Los países de la OTAN fronterizos con Rusia han acordado crear un «muro de drones» para proteger sus fronteras de provocaciones. Esta medida, anunciada por la ministra del Interior de Lituania, Agnė Bilotaitė, implica el uso de drones para vigilar y defender la frontera contra amenazas de Rusia y Bielorrusia.
La situación se agrava con el despliegue de armas nucleares tácticas rusas en Bielorrusia, aumentando la amenaza militar hacia la OTAN. Desde la invasión de Ucrania en 2022, Putin ha contemplado el uso de armas nucleares tácticas ante los contratiempos en el campo de batalla.
El mundo recuerda la Crisis de los Misiles de 1962, cuando Estados Unidos y la Unión Soviética estuvieron al borde de una guerra nuclear. La actual escalada de Putin con el envío de buques nucleares a Cuba revive esos temores, poniendo nuevamente al planeta en una situación de peligro inminente.






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