El Gobierno nacional ha declarado la emergencia ferroviaria después del reciente choque de trenes en la línea San Martín en Palermo, una medida que facilitará la administración de fondos destinados a contingencias y problemas de infraestructura, como el robo de cables, que han afectado al sector en los últimos meses.

Este anuncio se produce tras un accidente que, según fuentes oficiales, podría atribuirse más a una «falla humana» que a la falta de inversiones. Sin embargo, el contexto es de preocupación dado el informe del año pasado de la Comisión Nacional Regularizadora del Transporte (CNRT), que ya advertía sobre dificultades en el sector.

El secretario de Transporte, Franco Mogetta, y el ministro de Economía, Luis Caputo, confirmaron la decisión de emergencia después de una reunión urgente que coincidió con el incidente. Durante el encuentro, Mogetta recibió la noticia del choque y procedió a establecer un Comité de Crisis.

La declaración de emergencia no es nueva en el país; ya en 2002, durante la presidencia de Eduardo Duhalde, se aplicó una medida similar que se extendió por varios años. Actualmente, el sistema ferroviario muestra una grave falta de inversión, con recortes significativos en las transferencias del Tesoro a las empresas públicas ferroviarias, que alcanzaron un 60% en los primeros cuatro meses de 2024 respecto al año anterior.

Este escenario se agrava con la gestión de la Administración de Infraestructuras Ferroviarias, que sufrió el mayor ajuste con una reducción del 92% en sus fondos. Además, las licitaciones pendientes y la falta de adjudicación para proyectos como la electrificación de la línea San Martín, plantean un panorama complicado para el futuro del transporte ferroviario en Argentina.

En respuesta a esta situación, Trenes Argentinos había solicitado fondos adicionales para abordar estos desafíos, incluyendo el mantenimiento del material rodante y la renovación de locomotoras, cuyas necesidades no pudieron ser atendidas por restricciones presupuestarias.

La emergencia ferroviaria busca no solo atender la crisis actual sino también implementar un plan de acción que permita recuperar y optimizar el servicio ferroviario, asegurando la seguridad y eficiencia en el transporte de pasajeros y bienes a lo largo del país.