La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, ha arremetido contra la huelga convocada por la CGT, calificándola como «el paro de la debilidad». Esta es la segunda medida organizada por la central obrera contra el gobierno libertario. Además, alertó sobre «hechos mafiosos», como los ataques salvajes contra la empresa DOTA y bloqueos en fábricas.
Franco Mogetta, secretario de Transporte, informó que cerca del 40% de los colectivos están operativos, con más de 2300 unidades en las calles. Por primera vez, se descontará el día a las empresas que no presten servicio durante el paro, un cambio significativo en la política de financiamiento de huelgas.
Bullrich instó a la central obrera a abandonar el paro y regresar al trabajo, destacando la actuación de las fuerzas federales para liberar bloqueos en diferentes áreas. Además, se recordó la línea 134 para denuncias anónimas sobre extorsión para plegarse al paro.
En medio de la huelga, el presidente Javier Milei publicó una imagen con una remera alterada digitalmente que dice «Yo no paro». Este segundo paro general desde la asunción de Milei ha paralizado el AMBA, afectando trenes, subtes y la mayoría de las líneas de colectivos. A pesar de las dificultades, los colegios privados permanecieron abiertos.
La empresa DOTA, objeto de ataques, decidió operar a pesar de las presiones. Marcelo Pasciuto, director de DOTA, lamentó los daños sufridos por las unidades. El gobierno porteño denunció los ataques y prometió llevar a los responsables ante la justicia, enfatizando su apoyo a aquellos que eligen trabajar durante la huelga.






Deja un comentario