El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado su pronóstico para la recuperación económica de Argentina en 2025, sugiriendo una figura en forma de «V» en la tasa de variación del Producto Bruto Interno (PBI), pero una figura en forma de «L» en términos de ingreso promedio por habitante en dólares.

Tras una caída significativa en la actividad económica en el primer trimestre, los economistas locales han estado especulando sobre el tipo de recuperación que el país podría experimentar. Se han considerado varias opciones, incluyendo una rápida recuperación («V»), una recuperación sostenida en un nuevo nivel más bajo («L»), y una recuperación gradual («U»). El presidente Javier Milei ha participado activamente en discusiones sobre este tema en diversos foros tanto nacionales como internacionales.

El último informe del FMI, publicado en las Perspectivas Económicas Globales (WEO), proyecta una caída del 2,8% del PBI para Argentina en 2024, seguida de un rebote esperado del 5% en 2025. Sin embargo, en términos de ingreso por habitante en dólares, se espera una caída continua hasta 2029, lo que significa que la recuperación será más lenta en comparación con otros países.

Los funcionarios del FMI elogiaron los esfuerzos de Argentina para estabilizar su economía, señalando un superávit fiscal por primera vez en más de una década y una disminución gradual de la inflación. A pesar de estos logros, advirtieron que la recuperación del ingreso promedio por habitante será un desafío, y se espera que el país necesite crecer a tasas significativamente más altas para alcanzar niveles comparables con otras economías líderes.

El presidente Milei expresó su ambición de llevar a Argentina a un nivel de ingreso medio por habitante comparable con países como Irlanda. Sin embargo, reconoció que este objetivo requerirá una «revolución liberal» profunda y un crecimiento económico sostenido durante varias décadas.

En resumen, mientras que el pronóstico de recuperación del PBI muestra signos de una rápida mejoría, el desafío más grande para Argentina será elevar su ingreso promedio por habitante a niveles competitivos a nivel mundial. Esto requerirá políticas económicas sólidas y un compromiso a largo plazo con reformas estructurales.