En un desarrollo impactante, Ucrania ha llevado a cabo un ataque exitoso contra la base rusa de Dzhankoy, situada en Crimea, un territorio altamente defendido. El ataque, que implicó el uso de misiles ATACMS, resultó en la destrucción de helicópteros y misiles antiaéreos rusos. Por su parte, Rusia ha respondido con bombardeos indiscriminados contra edificios civiles en la ciudad de Chernigiv.
El incidente, que ha generado una escalada de tensiones en la región, comenzó cuando Ucrania lanzó dos oleadas de misiles hacia la base rusa de Dzhankoy. Estos misiles, equipados con munición de racimo y convencional, lograron alcanzar su objetivo con precisión, provocando múltiples explosiones en la base y destruyendo varias instalaciones clave, incluyendo una batería antiaérea S400.
La base, que albergaba helicópteros de combate y cazabombarderos rusos, sufrió daños significativos, según imágenes satelitales y testimonios visuales. Este ataque marca uno de los bombardeos más exitosos llevados a cabo por Ucrania desde el inicio de la invasión rusa.
Sin embargo, la respuesta de Rusia no se hizo esperar. En un acto de represalia, lanzaron misiles sobre edificios residenciales y un hospital en Chernigiv, cobrándose la vida de al menos 13 civiles, incluidos tres niños. Este acto de violencia indiscriminada ha generado condena internacional y ha intensificado la preocupación por el deterioro de la situación humanitaria en la región.
Este intercambio de ataques subraya la gravedad de la situación en Ucrania y la urgente necesidad de una solución diplomática para poner fin al conflicto. Mientras tanto, los enfrentamientos continúan cobrando vidas y provocando devastación en ambos lados del conflicto, dejando a comunidades enteras sumidas en el miedo y la incertidumbre sobre el futuro.






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