La Policía Federal Argentina (PFA), bajo la dirección del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, ha elevado su nivel de alerta a naranja después de los recientes ataques de Irán contra Israel, según informaron fuentes oficiales a Infobae. Esta decisión se tomó inmediatamente después de que se reportaran los ataques el pasado sábado.

En respuesta, se ha intensificado la vigilancia en varios puntos clave, incluyendo la Embajada de Israel y la Casa de Gobierno en Argentina, así como en lugares significativos para la comunidad judía en el país. Asimismo, se ha puesto especial atención en la seguridad de los funcionarios internacionales residentes.

Otro punto de interés es la Triple Frontera, una zona ya vigilada de cerca por una división específica de la Superintendencia de Investigaciones Federales. Aunque no se han iniciado operativos fuera de lo común, sí se ha incrementado la asignación de recursos a estas tareas.

La División Custodia de la PFA, encargada de la seguridad de edificaciones estatales y del presidente Javier Milei, juega un papel central en esta situación de alerta elevada. Sin embargo, según un alto funcionario, «toda la Policía Federal está implicada» en la respuesta a esta crisis.

La seguridad también se ha reforzado en los aeropuertos del país, tarea asignada a la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

Este aumento en la seguridad coincide con el regreso anticipado del presidente Milei de Estados Unidos, tras su visita a Elon Musk en Texas. A su vuelta, Milei lideró una reunión de Gabinete para discutir las implicaciones de los ataques en Israel y las posibles consecuencias para Argentina. Durante la reunión, se analizaron en detalle los informes de varios ministerios, lo que llevó a la creación de un comité de crisis en colaboración con las fuerzas armadas y de seguridad.

El vocero presidencial, Manuel Adorni, expresó que el país ha incrementado el nivel de seguridad en áreas consideradas vulnerables en estos momentos de tensión, y que se continúa monitorizando la situación para tomar decisiones adicionales conforme evolucionen los acontecimientos.