La Confederación General del Trabajo (CGT) ha anunciado un segundo paro general para el próximo 9 de mayo en oposición a las políticas del gobierno de Javier Milei. Esta medida de fuerza, de 24 horas de duración, sigue a la primera huelga que se realizó el pasado 24 de enero. Adicionalmente, la central obrera ha programado una gran movilización a Plaza de Mayo el 1° de mayo, Día del Trabajador, en protesta por las mismas causas.

La decisión se tomó luego de una reunión del Consejo Directivo de la CGT, celebrada en su sede de Azopardo 802, apenas un día después de un encuentro en la Casa Rosada con altos funcionarios del gobierno, incluyendo al ministro del Interior, Guillermo Francos; el jefe de Gabinete, Nicolás Posse; y el secretario de Trabajo, Julio Cordero. Durante estas reuniones, los dirigentes sindicales discutieron las propuestas del gobierno y expresaron sus preocupaciones, especialmente en relación con la demora en la homologación de acuerdos salariales.

A pesar de ciertos gestos de buena voluntad por parte del gobierno, que incluyeron disculpas por no haber convocado antes al diálogo y promesas de discutir una «modernización» de la legislación laboral en lugar de una reforma, la CGT decidió avanzar con el paro. Según indicaron, esta decisión busca poner en relieve la importancia de las negociaciones paritarias y el impacto de las políticas económicas en los trabajadores.

La reunión en la Casa Rosada también sirvió para que Hugo Moyano, líder del Sindicato de Camioneros y reemplazante de su hijo Pablo Moyano en esta ocasión, expusiera la problemática específica de la homologación de un reciente aumento salarial del 45% para marzo y abril. Aunque inicialmente el gobierno se negó a homologar esta paritaria, finalmente accedió a renegociar el convenio bajo nuevos términos que se ajustarán a la disminución de la inflación, según los deseos del Ministerio de Economía.