En una operación que ha generado controversia internacional, la Policía Nacional de Ecuador detuvo a Jorge Glas, ex vicepresidente del país, en la Embajada de México en Quito. La acción ocurrió después de que el Gobierno mexicano le otorgara asilo político, desatando una crisis diplomática entre ambas naciones.
El operativo, llevado a cabo el viernes por la noche, implicó que varios efectivos de la Policía ecuatoriana treparan por los muros de la sede diplomática mexicana para capturar a Glas, quien enfrenta una orden de prisión preventiva por presunta corrupción.
Roberto Canseco, jefe de Cancillería y Asuntos Políticos de la Embajada de México, denunció la acción como «totalmente inaceptable» y calificó el ingreso de la Policía como «barbarie». Según Canseco, los policías irrumpieron en la Embajada y agredieron al personal de guardia.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció la suspensión de relaciones diplomáticas con Ecuador en respuesta a lo que calificó como una «violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México».
Por su parte, el Gobierno ecuatoriano defendió la detención de Glas, argumentando que ningún delincuente puede considerarse un perseguido político y que Glas había sido condenado con sentencia firme por corrupción.
El caso de Glas ha generado tensiones diplomáticas desde que el Gobierno de México le otorgó asilo político, lo que llevó a Ecuador a solicitar permiso para ingresar a la Embajada y detenerlo, solicitud que fue denegada. Esto recuerda otro incidente reciente en el que la ex ministra correísta María de los Ángeles Duarte recibió asilo político en Argentina, desatando una crisis diplomática similar.
Glas, quien pasó cerca de cinco años en prisión por condenas anteriores, se encuentra procesado por presunta malversación de fondos en el caso ‘Reconstrucción’ tras un terremoto en la provincia de Manabí en 2016. Él sostiene que es víctima de una persecución política.
El incidente en la Embajada de México en Quito marca un nuevo capítulo en la agitada carrera legal y política de Jorge Glas, mientras Ecuador y México enfrentan las consecuencias de esta polémica detención.






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