El mayor banco de Estados Unidos, JP Morgan, ha emitido un informe optimista sobre la economía argentina, pronosticando una marcada recuperación post-estanflación para 2025. Se espera que este año la economía argentina se contraiga un 3,6% y que la inflación alcance el 200%, cifra ligeramente inferior al 211% registrado en 2023. Sin embargo, para 2025, las proyecciones indican una inflación reducida al 40% y un significativo rebote del Producto Bruto Interno (PBI) del 5,2%.

Estas estimaciones superan las expectativas promedio del mercado, que anticipaban un crecimiento económico del 3-4% y una inflación cercana al 60% para el próximo año. La tendencia a la baja en la inflación, que ha mostrado una desaceleración en los últimos meses, sugiere una posible caída a un dígito para mediados de este año, impulsada por el ajuste en las tarifas de servicios públicos y otras medidas económicas.

El presidente argentino, Javier Milei, ha destacado estos avances como cruciales para evitar la hiperinflación y ha subrayado el logro del déficit cero alcanzado en el primer mes del año, gracias a la reducción de la emisión monetaria. Este logro ha sido bien recibido por analistas internacionales y el Fondo Monetario Internacional (FMI), quienes han notado el esfuerzo del gobierno por ajustar fiscalmente y reducir la emisión, aunque señalan la importancia de preservar a los sectores más vulnerables.

El informe de JP Morgan también aborda temas como el déficit fiscal, esperado en 1,7% del PBI este año y reduciéndose al 0,7% en 2025, y la deuda externa, que se proyecta disminuya del 64% al 57% del PBI en el mismo periodo. Estas proyecciones se suman al creciente optimismo en Wall Street sobre la economía argentina, con otros analistas como Morgan Stanley prediciendo una aún mayor caída de la inflación al 31% para el próximo año.

A pesar del optimismo, existen llamados a acelerar el ritmo devaluatorio para mantener la competitividad frente a otras monedas emergentes y evitar la apreciación excesiva del peso argentino. La sustentabilidad de las reformas estructurales implementadas por el gobierno de Milei y su capacidad para inducir una disminución sostenida de la inflación y estimular el crecimiento económico a mediano plazo permanecen como cuestiones abiertas entre inversores y analistas.