La Ciudad de Buenos Aires ha experimentado un incremento sin precedentes en las multas de tránsito, con un aumento del 221,4% debido a la inflación y el alza en los precios del combustible, que ahora determinan el valor de las unidades fijas utilizadas para calcular las sanciones. Desde este mes, las multas por infracciones comunes como el mal estacionamiento o no usar el cinturón de seguridad pueden alcanzar casi los $50.000.

Este ajuste, en vigor desde hace 15 días, se aplica según la legislación que establece una actualización semestral del costo de las infracciones y es publicado por la Dirección de Estadística y Censos de la Ciudad. La unidad fija (UF), base para determinar el monto de las multas, se calcula en base al valor medio del litro de nafta premium.

El aumento se debe en parte a la devaluación del peso de diciembre pasado y a los fuertes aumentos en la economía desde entonces, lo que ha llevado a un incremento de más del 100% en los precios del combustible, redefiniendo el costo de las multas.

Las multas varían según la infracción, desde los $32.997,30 por exceso de velocidad en calles de baja velocidad hasta los $1.885.560 por exceder los límites de velocidad más allá de los 150 km/h. También se considera la reincidencia al aplicar la sanción.

Por ejemplo, cruzar un semáforo en rojo puede costar entre $94.179 y $707.085, mientras que tapar la placa de la patente implica una multa de $471.390 y girar en lugares prohibidos, $47.139. Además, bloquear rampas para discapacitados puede resultar en una multa de $141.417 y conducir sin licencia, $23.569.50. En caso de transporte público, estos montos se duplican.

Por otro lado, en la Provincia de Buenos Aires, las multas también han aumentado, con montos que varían entre $50.500 y $1.010.000, dependiendo de la infracción cometida. El exceso de velocidad, la falta de VTV o no usar cinturón de seguridad pueden resultar en multas de hasta $303.000.

Estos aumentos significativos en las multas han generado preocupación entre los conductores y destacan la necesidad de cumplir con las normativas de tránsito para evitar sanciones económicas severas.