Una estremecedora denuncia de abuso sexual sacude la esfera judicial y política argentina. Una militante de HIJOS, cuyo nombre no se ha revelado, ha relatado los horrores que sufrió la noche del 5 de marzo en su propio hogar.
Según los detalles proporcionados, la víctima llegó a su casa pasadas las 21:00 horas después de su jornada laboral en el Congreso. Todo parecía normal hasta que fue sorprendida por dos hombres en su departamento. Fue atacada, golpeada y maniatada mientras recibía amenazas relacionadas con su activismo en derechos humanos.
Los agresores la intimidaron, asegurando saber quién era y qué hacía. Le exhibieron armas de fuego y le advirtieron que habían ido a matarla. La víctima fue objeto de golpes, amenazas de violación y vejaciones, mientras los atacantes proferían insultos y advertencias políticas.
La joven, atemorizada, intentó zafarse de sus captores una vez estos se marcharon. Fue gracias a la ayuda de un transeúnte que logró pedir auxilio, y finalmente, fue rescatada por los bomberos y atendida por servicios médicos.
La denuncia, que ha sido presentada a las autoridades pertinentes, sugiere una motivación política detrás del ataque, considerando la militancia activa de la víctima en derechos humanos. Además, se destaca el simbolismo de la fecha del suceso, cercana al aniversario del golpe de Estado de 1976 en Argentina.
Las investigaciones están en curso, con el fiscal federal Carlos Rívolo a cargo del caso. Se han ordenado análisis de imágenes de seguridad y se busca identificar a los responsables. Mientras tanto, la víctima recibe custodia policial y asistencia médica y psicológica.
Este desgarrador relato saca a la luz la vulnerabilidad que enfrentan los defensores de derechos humanos en Argentina y la importancia de garantizar su protección y seguridad en el ejercicio de su labor.






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