El Hipódromo de San Isidro se convirtió en el epicentro de la música durante el último fin de semana, acogiendo la novena edición de Lollapalooza Argentina. Con un line-up de más de cien artistas, el festival ofreció un diverso espectáculo que abarcó rock, pop, música urbana y electrónica, atrayendo a una vasta audiencia.
A pesar de las preocupaciones climáticas previas, el evento transcurrió bajo un sol radiante, sin signos de los temidos mosquitos o barro. Aunque este año los cabezas de cartel no fueron tan renombrados como en ediciones anteriores, la asistencia fue masiva, destacándose la actuación de SZA en el pico de su carrera.

Los artistas aprovecharon para rendir homenaje con versiones propias de clásicos, desde Daniela Milagros con «Psycho Killer» hasta Gale interpretando «Inevitable» de Shakira. El rock under tuvo su espacio con actuaciones energéticas de bandas como Mujer Cebra y Winona Riders.
El rapero Ysy-A sorprendió al fusionar tango con rap, mientras que la nostalgia reinó en Kidzapalooza con espectáculos dirigidos tanto a padres como a hijos. Grandes de los 90 como The Offspring y Limp Bizkit probaron que el rock no pasa de moda, y bandas como Arcade Fire y Phoenix sorprendieron gratamente a un público que terminó ovacionándolos.
La electrónica cerró las noches con DJ como Diplo, manteniendo a la multitud bailando hasta altas horas. Entre lo más inusual, Ca7riel & Paco llevaron a cabo una audición de su álbum desde un jacuzzi en el escenario.

Artistas como Miranda! se consagraron ante el público, demostrando que su popularidad sigue en ascenso, marcando otro hito en su trayectoria con una actuación que congregó a casi todo el público de la segunda jornada.
Lollapalooza 2024 cerró otra edición exitosa, confirmando su lugar como uno de los festivales más importantes y esperados en el calendario musical argentino.
La variedad musical se destacó como uno de los pilares de Lollapalooza 2024, permitiendo una exploración sonora que iba desde lo indie hasta la música urbana, pasando por el rock de diferentes décadas y la electrónica más contemporánea. Este abanico de géneros aseguró que cada asistente encontrara su momento y espacio dentro del vasto predio del Hipódromo de San Isidro.

La sección dedicada al rock alternativo y underground demostró que la escena local sigue viva y vibrante, con bandas emergentes brindando actuaciones llenas de energía y pasión, atrayendo a una audiencia fiel que se dio cita desde temprano para no perderse a sus favoritos. Esta inclusión subraya el compromiso del festival con la diversidad musical y la promoción de talentos emergentes.
El segmento urbano brilló con luz propia gracias a la presencia de figuras nacionales e internacionales que están redefiniendo el género. Desde las propuestas innovadoras de artistas locales hasta las explosivas presentaciones de estrellas consolidadas, el Lollapalooza fue testigo de la constante evolución de la música urbana, ofreciendo un espacio donde el ritmo y la poesía se entrelazan de manera única.
La apuesta por incluir actos nostálgicos en Kidzapalooza no solo sirvió para entretener a los más pequeños, sino también para conectar generaciones, demostrando que la música tiene el poder de unir a familias enteras en torno a la creatividad y la diversión.

El festival no estuvo exento de momentos únicos y memorables, como la insólita presentación de Ca7riel & Paco, que quedará en la memoria colectiva por su originalidad y atrevimiento. Este tipo de actos subraya la naturaleza impredecible y a veces surrealista de Lollapalooza, un lugar donde el arte y la expresión no conocen límites.
En resumen, Lollapalooza 2024 no solo fue una celebración de la música y la cultura, sino también un testimonio del espíritu incansable de los artistas y la comunidad que los rodea. Con cada edición, el festival reafirma su posición como un evento imperdible para los amantes de la música en Argentina y alrededor del mundo, prometiendo seguir sorprendiendo y deleitando en los años venideros.





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