En una decisión sorpresiva, la presidenta del Senado, Victoria Villarruel, ha despedido a tres empleados de la institución debido a sus reiteradas ausencias sin justificación. La medida fue tomada como parte de un esfuerzo para fortalecer la disciplina laboral y garantizar la eficiencia en el funcionamiento del Senado.

Según fuentes cercanas, Villarruel expresó su preocupación por la falta de compromiso de los empleados con sus responsabilidades, afectando el normal desarrollo de las actividades legislativas. La mandataria afirmó que las ausencias no solo eran reiteradas, sino también no debidamente justificadas, lo que llevó a la toma de esta drástica medida.

La noticia ha generado diversas reacciones entre los legisladores y el personal del Senado, algunos respaldando la decisión como una señal clara de la necesidad de responsabilidad, mientras que otros expresan preocupación por la abrupta terminación de empleo. Se espera que esta acción impulse un ambiente laboral más riguroso en la institución, aunque sus implicaciones a largo plazo aún están por determinarse.